La ‘solidaridad’ entre pueblos de la Mancomunitat Marina Baixa provoca un seísmo interno

Maria Bou Toledo presentó el pasado jueves su renuncia como Presidenta de la Mancomunitat de Serveis Socials Marina Baixa, alegando discrepancias con las decisiones tomadas por el pleno de este organismo.

Hay que destacar que la Mancomunitat es una administración local con carácter supramunicipal, compuesta por 24 profesionales y con un presupuesto anual cercano al millón de euros, que tiene como objetivo prestar los Servicios Sociales a los municipios de Callosa d’en Sarrià, Polop, Guadalest, Benimantell, BenifatO, Beniarda, Confrides, Tàrbena y Bolulla.

El pasado jueves, Bou presentaba su renuncia a tener representación en la Mancomunitat a través del pleno de Callosa d’en Sarrià, donde ejerce su puesto de concejal en la oposición.

La edil de Compromís alegaba discrepancias con el resto de los representantes comarcales. Lo primordial lo atribuía a la retribución, ya que en el pleno de septiembre de la Mancomunitat se aprobaron unas nuevas retribuciones por la asistencia a dichas sesiones plenarias. En su opinión “algo desorbitado”, llegado a cobrar más el representante que el municipio en algunas ocasiones.

Maria Bou critica que ha presentado, en representación del ayuntamiento callosino, varias propuestas que no se han aprobado y que “suponen un agravio comparativo grave respecto a otros municipios”.

Entre otras, decía que una de las propuestas era iniciar los trámites para declarar ‘Centro Social’ el inmueble que Callosa cedió para ser utilizado Centro de Servicio Sociales. Para ello, pedía establecer que las instalaciones se destinasen única y exclusivamente a esta materia, de forma que pudiese recibir subvenciones para su mantenimiento y equipamiento. Igualmente, solicitaba que se habilitase una partida dentro del presupuesto de la Mancomunitat para gastos de mantenimiento y reparación del edificio.

De esta forma, la concejal callosina ponía en entredicho el principio de solidaridad con el que nació esta institución y cuestionaba el trato entre los pueblos más pequeños y los más grandes.

Respuesta del Partido Popular

Entre los representantes de los distintos municipios, hay cinco ediles del Partido Popular (Polop, Guadalest, Benifato, Confrides y Bolulla), dos del PSOE (Benimantell y Beniardà), uno de Compromís (Callosa d’en Sarrià) y uno independiente (Tàrbena).

Desde el Partido Popular han emitido un comunicado unánime. Defienden que el objetivo es poner en valor el trabajo constante y esencial que realizan. En este sentido, matizan que la subida responde en 80€ mensuales, “no puede considerarse desorbitado o desproporcionado”. Además, recordaban que gran parte de la infraestructura y actividades son sostenidas por las aportaciones de la Generalitat y la Diputación, “asegurando una gestión justa y eficiente de los recursos”.

El alcalde de Confrides, Rubén Picó, subrayaba que en el último pleno se presentaron mociones que iban en contra de los principios de la Mancomunitat, las cuales tuvieron que ser retiradas por sus propios proponentes al entender que no servían al interés común. “Cada municipio contribuye proporcionalmente según su población”, explicaba.

Respecto al inmueble cedido por el municipio callosino, recalcan que es un edificio municipal que forma parte de su patrimonio, por esto mismo el Ayuntamiento de Callosa debe hacerse cargo de su mantenimiento y preservación. Así ocurre en muchos otros casos, ejemplo visible de ello pueden ser los centros educativos.

El grupo popular expone que “la solidaridad ha sido siempre la base del trabajo dentro de la entidad y es por ello que rechazamos categóricamente el uso del término “pagafantas”, que no solo es inapropiado, sino que degrada el debate público”.

En esta línea, el vicepresidente primero de la Mancomunitat, Sergio Pastor, decía que “es difícil trabajar con la opacidad de esta institución, donde los acuerdos plenarios se saltan sistemáticamente. Sin embargo, los intereses de todos los municipios que conforman la Mancomunidad, incluyendo a Callosa d’en Sarrià, deben prevalecer sobre los intereses particulares de unos pocos, sobre todo en cuestiones tan esenciales como los servicios sociales”.

David Blanes, alcalde de Benifato y uno de los miembros más veteranos de la Mancomunitat, recordó en el último plenario que “cuando el Ayuntamiento de Callosa d’en Sarrià atravesaba dificultades económicas en legislaturas anteriores, todos los municipios aportaron solidariamente para que esta institución no perdiera los servicios que prestaba”.

La ‘solidaridad’ entre pueblos de la Mancomunitat Marina Baixa provoca un seísmo interno | Fuente: Grupo Popular Mancomunitat

Eso es lo que significa la verdadera solidaridad, el apoyo mutuo entre todos los municipios, grandes y pequeños”, defendía Blanes como ejemplo de cooperación y solidaridad, con el objetivo de garantizar que los servicios sociales sigan funcionando en beneficio de todos.

El alcalde de Guadalest, Joan Gadea, hacía referencia a las dificultades que enfrentó la Mancomunitat en anteriores legislaturas, mencionando que en una ocasión “se nos llegó a decir que Guadalest no pagaba ni la luz“, lo cual fue un claro acto de discriminación hacia su cargo y su municipio.

Esas situaciones no pueden volver a repetirse, porque cada municipio, por pequeño que sea, tiene derecho a ser tratado con el mismo respeto y dignidad que el resto”, avanzaba Gadea a la vez que aludía a la solidaridad como algo fundamental “para asegurar que todos tengamos acceso a los mismos servicios y oportunidades dentro de la Mancomunitat”.

Por su parte, Adrián Martínez, alcalde de Bolulla, complementó esta visión al recordar que “en Bolulla siempre hemos estado dispuestos a colaborar y poner nuestros recursos al servicio de la Mancomunitat, porque entendemos que la única forma de mantener y mejorar los servicios sociales es trabajando juntos”.

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