Doctor Jesús García: “nariz, oídos y garganta forman un todo, un problema en uno puede derivar en otros”

Durante el verano, el tiempo libre es el protagonista y más si se trata de disfrutar tanto de la playa como de la piscina. Y aunque todo sea positivo, hay veces que descuidamos nuestra salud auditiva.

¿Quién no ha escuchado cómo se debe de actuar frente al agua que se mete en los oídos o a cómo llevar una correcta limpieza o incluso ahora, al ser época de festivales y conciertos al aire libre, cuál es la solución para evitar los pitidos molestos?.

El doctor Jesús García Ruiz, especialista en otorrinolaringología y diplomado en medicina subacuática además de trabajar en HCB clínica Benidorm, nos ha resuelto las dudas en Mediodía Radio Sirena Cope, ya que como bien indica, “nariz, oídos y garganta forman un todo, un problema que derive de uno puede desencadenar en los otros dos”.

En primer lugar, las patologías que se pueden originar en estos focos, provienen del agua y del aire acondicionado. Cabe destacar que las piscinas de cloro afectan al ph interno del oído y es lo que hace derivar a una otitis externa y es la que mayormente conocemos por su dolor.

Otras patologías que pueden derivar de este tipo de agua es la sinusitis. Sin embargo, el doctor García, recalca que el agua de cloro es más dañina para el oído a diferencia del agua del mar. De hecho, el doctor mismo calificaba el cloro como “una hipocresía sociosanitaria de la sociedad, ya que es tóxico para la vías respiratorias”.

De hecho, tal es la forma en la que puede afectar al ser humano que a las personas asmáticas no se les aconseja ir a piscinas cubiertas. De hecho en países como Suecia, según expone el especialista, “no dejan entrar a los asmáticos por la cantidad de cloro que se puede llegar a respirar, muchos países deberían de tomar ejemplo”.

Y en casos normales, si el agua entra en los oídos, hay que aprender a sacar esa agua de modo que la cabeza esté en modo horizontal. El doctor García incide en que si es agua clorada y no se saca, “el ph de la piel del oído cambia e incentiva a que el germen de la pseudomona florezca y produzca dolor en otros lugares”.

Respecto a los famosos tapones que se originan, hay que evitar el uso de bastoncillos, ya que lo único que favorecemos es que la cera, que se produce en la parte más externa, se introduzca en el interior y pueda provocar ese hecho conocido como tapón. A veces tanto es el arrastre en la piel que podemos provocar heridas, decía García.

En este sentido, ha indicado que cualquier problema que se pueda atribuir a este tipo de acciones, lo mejor es acudir a un especialista. En palabras de Jesús, “no soy partidario de enviar gotas agresivas porque deshacen la cera, pero también irritan la piel”, según los casos

Con relación a la limpieza, lo más sensato es limpiarlos de forma externa sin corroer el oído del todo. Además, según la medicina, “la cera es una protección del oído aunque no se sabe a ciencia cierta”. Cabe destacar que las pieles son distintas y por lo tanto, su cuidado también.

Ahora que ya sabemos cómo se deben de tratar, y más en una época como en verano, los festivales o conciertos al aire libre son imanes que también atraen la presencia del sonido. Sin embargo, cuando el sonido es elevado se puede producir un traumatismo acústico que se desencadena en el famoso pitido.

Finalmente, el doctor Jesús García, expone que en estos eventos se producen más de 90 decibelios que son los recomendados por ley, aunque ningún festival los cumple, ya que se suele llegar a los 120 decibelios. El doctor indica que lo más recomendable es no asistir a este tipo de eventos si afecta o poner se tapones.

A modo de conclusión, si se experimenta dolor, pérdida de audición o secreciones, es fundamental consultar a un profesional de salud para recibir un tratamiento adecuado. El cuidado regular y la atención oportuna pueden contribuir significativamente a la salud auditiva a largo plazo.

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