Agentes de la Policía Nacional han detenido en la ciudad de Benidorm a una mujer acusada del hurto de un teléfono móvil valorado en 1.000 euros a un turista extranjero utilizando el método conocido como “hurto cariñoso”, consiguiendo recuperar el teléfono móvil sustraído y devolvérselo a la víctima.
Los agentes consiguieron darse cuenta de este suceso porque mientras se encontraban en labores de Seguridad Ciudadana, observaron a una mujer con una actitud un tanto nerviosa al darse cuenta de la presencia policial.
Éstos la observaron discretamente pudiendo ver que, mientras se iba acercando a ellos y cuando pensaba que estos no la estaban mirando, intentó deshacerse de un teléfono móvil tirándolo al suelo.
En ese instante, los agentes, decidieron intervenir e interceptaron a la mujer, preguntándole acerca de la procedencia del teléfono móvil y pidiéndole que diera muestras de que el mismo era de su propiedad.
Sin embargo, la mujer no era capaz de desbloquearlo para su uso, además de que no daba ninguna contestación fiable a los agentes sobre la procedencia del mismo.
Además de ello, los agentes pudieron ver que el teléfono estaba configurado en inglés y que en el fondo de pantalla aparecía la foto de dos varones que no tenía nada que ver con la mujer que lo llevaba.
Ante ello, los agentes detuvieron a la mujer e intervinieron el teléfono con el fin de poder averiguar su procedencia dado que se trataba de un teléfono de alta gama valorado en más de mil euros.
Mientras se realizaban las gestiones, el teléfono móvil intervenido comenzó a sonar por lo que los agentes contestaron la llamada y consiguieron hablar con la víctima. Se trataba de un turista del Reino Unido que se encontraba de vacaciones en la ciudad.
Según relató el turista a los agentes, había salido por la noche y una mujer se acercó a él hablando en inglés y le abrazó amistosamente cuando iba camino de su hotel.
Posteriormente, cuando llegó al hotel, se dio cuenta de que le faltaba el teléfono móvil que llevaba en el bolsillo, recordando este hecho concreto y la posibilidad de que fuera ese el instante en el que se lo quitaron.
La víctima fue citada para comparecer en dependencias policiales, donde los hechos terminaron por corroborarse al comprobar el perjudicado que el telefóno que la detenida llevaba era suyo, por lo que los agentes se lo devolvieron.
La detenida, de 49 años de edad y nacionalidad española, fue puesta a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de la misma localidad.
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