Callosa d’en Sarrià abre la puerta al pasado con la puesta en valor del Fort de Bèrnia, una fortificación renacentista de gran importancia histórica que el Ayuntamiento callosino ha decidido preservar y no dejar en el olvido.
Construido en 1542 por orden de la Corona Española para hacer frente a los ataques otomanos y controlar posibles revueltas internas (por la numerosa población de origen morisco), este conjunto arquitectónico es una de las cinco construcciones de su tipo en toda la Península Ibérica y representa un hito dentro del patrimonio militar del siglo XVI.
Aunque, además de «ser conocido» por los otomanos en su época, ahora en la zona de la Marina Baixa también lo valoramos y, por ello, en la actualidad seguimos dándole la importancia que merece, contando con profesionales como el arqueólogo José Ramón Ortega conocido como “Oscu”.
Una fortificación estratégica y única
Diseñado por el ingeniero italiano Giovanni Battista Antonelli, el Fort de Bèrnia fue concebido como la base central de las torres vigías que jalonaban la costa mediterránea. Su estructura, de planta cuadrangular con cuatro baluartes en estrella, un foso perimetral y un puente levadizo, refleja los avances en arquitectura militar renacentista. A pesar de su demolición casi total en el pasado (a los 50 años de su construcción fue ordenado su desmantelamiento); y la planta baja ha permanecido en buen estado, lo que ha facilitado su estudio y puesta en valor.
Un plan de conservación en marcha
Este Bien de Interés Cultural, declarado en 1997, no sólo es importante a nivel provincial y de la Comunidad Valenciana, sino también en el conjunto de la Península Ibérica.
Por ello, el fortín ha sido objeto de una atención renovada desde 2022, cuando el Ayuntamiento de Callosa d’en Sarrià decidió reforzar su protección y evitar su deterioro por la acción de senderistas y visitantes.
El arqueólogo José Ramón Ortega nos ha contado que el problema es que “no potenciamos lo que tenemos aquí. Se está empezando a hacer algo, pero hay que ir más allá, porque esto hay que protegerlo y conservarlo aún más, ya que esta joya corre el riesgo de desaparecer”.
Este riesgo proviene de parte “los viandantes o senderistas que sin querer, podrían llegar a deteriorarlo aún más. Eso sí, las visitas son muchas, porque esta es una zona muy concurrida para el senderismo”.
Para ello, se ha desarrollado un Plan Director bajo la dirección del arquitecto Pepe Amorós y el arqueólogo Eduardo López Seguí. Según Ortega, “este primer paso permite planificar futuras fases de actuación, acceder a subvenciones y comenzar a proyectar el futuro de la fortificación”.
Asimismo, ha destacado la importancia de esta iniciativa: “Es un primer paso fundamental; queda mucho por hacer, pero ya hemos comenzado a poner en valor esta importante fortificación”.
Cabe destacar que entre febrero y noviembre de 2024 se llevó a cabo la primera fase de intervención, con la colaboración de la empresa especializada ARPA Patrimonio. Las acciones incluyeron la delimitación precisa del espacio, excavaciones parciales en los fosos y la consolidación de estructuras afectadas. Además, se instalaron vallados para proteger las zonas más frágiles y se ha identificado la ubicación original del puente levadizo.
Un reto logístico para preservar el patrimonio
Las dificultades de acceso al Fort de Bèrnia han supuesto un desafío logístico significativo. Para minimizar el impacto ambiental, se ha evitado la construcción de caminos y se ha recurrido al uso de helicópteros para transportar maquinaria y materiales. Los operarios han debido desplazarse diariamente a pie por senderos de montaña, lo que ha incrementado el esfuerzo y la complejidad de las obras.
Charla informativa sobre los avances en la restauración
Para dar a conocer los trabajos realizados y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de preservar el patrimonio, el Ayuntamiento de Callosa d’en Sarrià ha organizado una charla informativa el mañana jueves 6 de febrero a las 18:30 en la Casa de Cultura. En el evento participarán el arquitecto Pepe Amorós, el arqueólogo Juan de Dios Boronat Soler y otros expertos que han trabajado en la restauración.
En general, el Fort de Bèrnia es una joya histórica y paisajística que merece ser protegida y valorizada. Esta primera fase de intervención marca un hito en su conservación y abre el camino para futuras actuaciones que garanticen su permanencia como testimonio del legado militar y cultural de la Comunidad Valenciana.
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