“De Fiesta en Fiesta” por Manuel Palazón

Manuel Palazón

El sábado pasado me dirigía al Óscar Esplà para asistir a la celebración del Día de Asturias: cientos de personas abarrotaban el anfiteatro, gran número de gaiteros, cantantes y grupos folklóricos venidos de Principado deleitaron al público allí congregado, desde varios concejales del ayuntamiento Benidorm hasta simpatizantes de los asturianos, sin que faltara la representación de entidades festeras y culturales. Jolgorio y alegría, satisfacción de los espectadores. Eso sí, un poco largo debido a las actuaciones, el protocolo, la pleitesía, los discursos. En resumen, una gran movida.

Pero eso no fue todo: antes de entrar en el recinto me sorprendió un espectacular desfile del LGTBI por la Avenida de L’Aigüera; carrozas, autobuses y gente de a pie; aquello no terminaba nunca. Se dirigían al anfiteatro Julio Iglesias para divertirse y sobre todo llamar la atención. Cuando terminó la fiesta asturiana en el Óscar Esplà, me fui para el otro anfiteatro: miles de espectadores entre gays y lesbianas, simpatizantes y curiosos. Música discotequera y atrevida, coreografías extravagantes y participantes vestidos de todas las maneras imaginables. Bueno, cada uno se divierte a su manera; el caso es la atracción que supone para nuestros turistas y las divisas que deja toda esa gente venida de múltiples lugares. ¡Qué contraste entre el folklore asturiano y la movida del orgullo gay! Ah, y algo curioso: las músicas de los dos anfiteatros, a todo volumen, no se interferían en absoluto, salvo en el punto medio entre los dos recintos en el cual se mezclaban aparatosamente el folklore asturiano y el “ruido” de los otros. A todo esto, el público curioso no paraba de deambular de un sitio para otro. Y así hasta las tantas de la madrugada.

Manuel Palazón